lunes, 29 de octubre de 2012

Mentira y sortilegio de Elsa Morante

Hace ya mucho tiempo que no escribía ningún post en el blog de la Srta. Topisto, mea culpa... y ya me advirtieron que esto de los blogs es de las cosas que mayor índice de abandono tiene en internet. No tengo "perdóndedios".
Pero aquí voy de nuevo, esta vez os vengo a hablar de un libro que aún no he terminado siquiera de leer, pero su lectura está resultando una auténtica revelación, y no me puedo resistir a compartirlo con vosotros.
El libro en cuestión se llama "Mentira y sortilegio" y la autora es la italiana Elsa Morante (en la foto con sus adorables siameses).
Por casualidad escuché en la radio una entrevista que le hacían a la editora española del libro, y hablaba con tanta pasión y entusiasmo sobre la autora y el texto que no me pude resistir. Fui a mi librería de barrio (donde todos deberíamos comprar nuestros libros para que las grandes superficies dejen de ser la causa del cierre de las pequeñas librerías) y lo encargué antes de que lo hubiesen puesto a la venta. De esto hace ya un par de meses.

Por su tamaño (¡mil páginas!, ni más ni menos) no he podido comenzar su lectura hasta ahora, en verano me gusta poder llevar mi libro de vacaciones o simplemente a la playa, con ese volumen en esta ocasión era una tarea titánica.
Bueno, al grano: el libro arranca de una forma tan infantil, como luminosa y a la vez triste; pero sin derrotismo. La autora presenta a una galería de personajes entre inventados y reales que cuesta trabajo no definir con precisión.
Su imaginación lo invade todo de una forma sencilla pero demoledora. No sé muy bien cómo explicar las sensaciones que transmite, como si siendo la dueña del tesoro más codiciado del mundo, simplemente lo describiera como baratijas.
En fin, aún tengo que terminarlo pero estoy tan emocionada leyéndolo que no podía dejar de compartirlo, las buenas noticias deben volar rápido.
Hasta la próxima...

miércoles, 25 de mayo de 2011

Si no quieres ser como ellos, lee

Este post es una simple redirección al blog de una escritora, pensadora, disfrutona y muchas buenas cosas más, espero que lo disfrutéis tanto como yo:
#bookcamp

jueves, 14 de abril de 2011

Los 100 mejores libros de todos los tiempos

Los 100 mejores libros de todos los tiempos:

A la gente le gusta las listas, las enumeraciones y las ordenaciones. Así que la revista Newsweek ha publicado el enémiso ranking de los mejores libros de todos los tiempos. En concreto, de los 100 mejores.

Partimos de la base de que la clasificación es subjetiva, como todas las clasificaciones. Pero Newsweek trató de involucrar algunos rasgos más o menos objetivos, como el impacto en la historia, su aporte cultural y sus ventas.

Además, para empezar con un grupo de títulos asequible, previamente se usó diez listas de los mejores libros en inglés o traducidos a ese idioma: The Telegraph’s 110 best books/The Perfect Library, The Guardian’s top 100 books, Oprah’s Book Club, the St. John’s College reading list, Wikipedia’s list of all-time bestsellers, the New York Public Library’s books of the century, the Radcliffe Publishing Course’s list of the 100 best English-language novels of the 20th century, The Modern Library’s 100 best novels and 100 best works of nonfiction, Time’s 100 best English-language novels from 1923 to the present y NEWSWEEK’s own list of current top 50 choices.

Así que la competición se estableció con esta meta-lista. Cuando hubo igualdad, se desempató según la cantidad de resultados de Google. El resultado fue el siguiente:

1) Guerra y paz, León Tolstoi
2) 1984, George Orwells
3) Ulises, Joyce
4) Lolita, Vladimir Nabokov
5) El sonido y la furia, William Faulkner
6) El hombre invisible, Ralph Ellison
7) Al faro, Virginia Woolf
La iliada y la Odisea, Homero
9) Orgullo y prejuicio, Jane Austen
10) Divina Comedia, Dante

11) Cuentos de Canterbury, Geoffrey Chaucer
12) Los viajes de Gulliver, Jonathan Swift
13) Middlemarch, George Eliot
14) Todo se desmorona, Chinua Achebe
15) El guardián entre el centeno, J. D. Salinger
16) Lo que el viento se llevó, Margaret Mitchell
17) Cien años de soledad, Gabriel García Márquez
18) El gran Gatsby, Scott Fitzgerald
19) Catch 22, Joseph Heller
20) Beloved, Toni Morrison

21) Viñas de Ira, John Steinbeck
22) Hijos de la medianoche, Salman Rushdie
23) Un mundo feliz, Aldous Huxley
24) Mrs. Dalloway, Virginia Woolf
25) Hijo nativo, Richard Wright
26) De la democracia en América, Alexis de Tocqueville
27) El origen de las especies, Charles Darwin
28) Historia, Heródoto
29) El contrato social, Jean-Jacques Rousseau
30) El capital, Kart Marx

31) El príncipe, Maquiavelo
32) Las confesiones de San Agustín
33) Leviathan, Thomas Hobbes
34) Historia de la guerra del Peloponeso, Tucídides
35) El señor de los anillos, J. R. R. Tolkien
36) Winnie-the-Pooh A. A. Milne
37) Las crónicas de Narnia, C. S. Lewis
38) Pasaje a la India, E. M. Forster
39) En el camino, Jack Kerouac
40) Matar a un ruiseñor, Harper Lee

41) La Biblia
42) La naranja mecánica, Anthony Burgués
43) Luz de agosto, William Faulkner
44) Las almas de la gente negra, W. E. B. Du Bois
45) Ancho mar de los Sargazos, Jean Rhys
46) Madame Bovary, Gustave Flaubert
47) Paraíso perdido, John Milton
48) Anna Karenina, Leon Tolstoi
49) Hamlet, William Shakespeare
50) El rey Lear, William Shakespeare

51) Otello, William Shakespeare
52) Sonetos, William Shakespeare
53) Hojas de hierba, Walt Whitman
54) Las aventuras de Huckleberry Finn, Mark Twain
55) Kim, Rudyard Kipling
56) Frankenstein, Mary Shelley
57) La canción de Solomon, Toni Morrison
58) Alguien voló sobre el nido del cuco, Ken Kesey
59) Por quien doblan las campanas, Hernest Hemingway
60) Matadero 5, Kurt Vonnegut

61) Rebelión en la granja, George Orwell
62) El señor de las moscas, William Holding
63) A sangre fría, Truman Capote
64) El cuaderno dorado, Doris Lessing
65) En busca del tiempo perdido, Marcel Proust
66) El sueño eterno, Raymond Chandler
67) Mientras agonizo, William Faulkner
68) Fiesta, Ernest Hemingway
69) Yo, Claudio, Robert Graves
70) El corazón es un cazador solitario, Carson McCullers

71) Hijos y amantes, D. H. Lawrence
72) Todos los hombres del rey, Robert Penn Warren
73) Ve y dilo en la montaña James Baldwin
74) La Telaraña de Charlotte, E. B. White
75) El corazón de las tinieblas, Joseph Conrad
76) Noche, Elie Wiesel
77) Conejo, corre J. Updike
78) La edad de la inocencia, Edith Wharton
79) El mal de Portnoy, P. Roth
80) Una tragedia americana, Theodore Dreiser

81) El día de la langosta, Nathanael West
82) Trópico de cáncer, Henry Miller
83) El halcón maltés, Dashiell Ahmet
84) La Materia oscura, Philip Pullman
85) La Muerte del Arzobispo, Willa Cather
86) La interpretación de los sueños, S. Freud
87) La educación de Henry Adams, Henry Adams
88) Pensamiento de Mao Zedong, Mao Zedong
89) Psicología de la religión, William James
90) Retorno a Brideshead, Evelyn Waugh

91) Primavera silenciosa, Rachel Carson
92) Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, John Maynard Keynes
93) Lord Jim, Joseph Conrad
94) Adiós a todo eso, Robert Graves
95) La sociedad opulenta, John Kenneth Galbraith
96) El viento en los sauces, Kenneth Grahame
97) La autobiografía de Malcom X, Alex Haley y Malcolm X
98) Los victorianos eminentes, Lytton Strachey
99) El color púrpura, Alice Walter
100) La segunda Guerra Mundial, Winston Churchill

sábado, 26 de febrero de 2011

Cuando los buenos ganan


Debo reconocer que mis conocimientos sobre Kurt Vonnegut se limitaban a las portadas de algunas de sus obras de ciencia ficción, destaco entre ellas “Galápagos” porque ha sido reeditada en España hace relativamente poco tiempo. Sin embargo, aún no había leído nada sobre este autor tan controvertido, y ¡zas!, llegó a mis manos “Mire al pajarito” (Ed. Sexto Piso) y bueno, caí rendida a sus pies.

"Mire al pajarito" es un libro también algo atípico dentro de la bibliografía de Vonnegut, su obra en general comprende novelas de ciencia ficción, género (por el que siento debilidad) que le permitió criticar de forma explícita a la sociedad de su tiempo, con temas como la guerra, la destrucción del medio ambiente o la deshumanización. Su gran seña de identidad es que todo estaba impregnado de humor ácido. Sin embargo, “Mire al pajarito” es una colección de relatos (catorce en total) llenos de ciudadanos “típicos” estadounidenses que se deberán enfrentar a los caprichos delirantes de Vonnegut por ponerlos en las situaciones más estrafalarias posibles.

Leyendo este libro me he enfrentado cara a cara con un cruel y homicida hipnotizador, un matón de la mafia que se adueña de un pequeño pueblo, un psiquiatra tan inteligente como vengador y, para rematar, con un aparato que da voz a la miseria humana. Y ya sé que estos personajes no son los compañeros ideales de nadie, pero os aseguro que dan pie a historias llenas de sorpresas.

Sin embargo, lo más impactante de todo es que en los relatos de Vonnegut son los buenos los que ganan. Y eso, personalmente, me encanta. De hecho, después de haber leído los 3 ó 4 primeros relatos me descubrí intentando averiguar cuál sería el giro inesperado que escribiría “mi amigo” Vonnegut (lo siento, pero cada vez que leo a un autor que me encandila, directamente le hago un hueco en mi corazón como a un amigo) para que al final “todos comieran perdices”, pero no conseguí anticiparme a la verdad ni una sola vez. Y es que aunque los buenos ganen, ni las tramas, ni los personajes, ni los finales son facilones o evidentes. Y a mi humilde entender, ahí está la grandiosidad de Vonnegut.

“Mi amigo” dibuja personajes sencillos, en escenarios cotidianos, les da una voz de lo más mundana y los mezcla con la injusticia, la maldad, la locura y otros aspectos canallescos de la humanidad, para conseguir un cóctel perfecto: dulce y refrescante. Ya me diréis si no es para quererlo como a un amigo.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Recuperar el placer de “leer por placer”


Supongo que si estás leyendo esto es porque sabes más o menos de donde vengo, pero y aún a riesgo de parecer un pelín pesada, aclararé muy sintéticamente mi situación: llevo sin ser librera 15 días. Ya sé que mi declaración suena un poco al estilo de alcohólicos anónimos, pero la verdad es que esta situación ha provocado en mi vida un tornado que está cambiando de forma irremediable muchos detalles de mi día a día.

Algunos son muy evidentes: he dejado de tener un horario comercial que limitaba bastante mi vida social, ya no tengo la responsabilidad de un negocio sobre mis hombros, he abandonado el trato con el público-lector, etc. Pero poco a poco comienzan a surgir algunos cambios que no esperaba para nada. Todo este rollo es para explicar uno de esos cambios, el que más me ha sorprendido: he vuelto a leer por placer.

Claro, es evidente que para hacerte librero antes debes ser un bibliófilo empedernido, casi obsesivo; añadiría yo, porque si no, nadie se lo plantea en serio. Lo cual significa que antes de librera fui una gran lectora, y con “gran” me refiero a cantidad de libros ingeridos; mi modestia sigue junto a mí para recordarme que los lectores no necesitan adjetivos cualitativos, sólo necesitan diversión.

Sin embargo, durante el tiempo en que fui librera, y casi sin darme cuenta, transformé mi AFICIÓN favorita (por eso la pongo en mayúsculas, claro) en trabajo. No quiero decir que no haya disfrutado de los libros que he leído durante esa época, ni mucho menos. Pero casi siempre la elección de los títulos estuvo condicionada por mi faceta laboral. Hoy después de 15 días de abstemia librera (por cierto, que me lo estoy tomando con mucho humor así que no quiero que nadie se preocupe por mi forma de explicarlo, ¡mamá, esto va por ti!) me he sentado en la esquina del sofá de mi casa en la que la luz de la tarde ofrece sus mejores galas, y me he puesto a leer un libro que empecé el lunes de forma totalmente caprichosa, es decir, porque me dio la gana y punto.

Y al darme cuenta de que no me importa terminarlo pronto o tarde, o tener una actitud crítica-comercial para poder aconsejarlo o no, … resumiendo, que lo único que me interesa de este libro es pasármelo bien leyéndolo, he sonreído como se hace cuando te encuentras con un buen amigo al que hace mucho que no ves. Y reto a cualquiera que sea capaz de discutirme con argumentos válidos que ese placer no es como jugar en el paraíso.

¡Vivan los libros, pardiez!

(Siempre quise usar “pardiez” en algún texto, ¡qué bien sienta hacer lo que uno quiere!)

lunes, 24 de enero de 2011

Srta. Topisto y Librería La Araña



Srta. Topisto es mi propia reencarnación tras la muerte de Librería La Araña (Sevilla, 2006-2011), mi pequeño y mimado proyecto de ser librera.

Tras el cierre de La Araña, además de algo apenada, me quedé inquieta, ansiosa... tras mucho pensarlo, me di cuenta de que esa intranquilidad se debía a mi responsabilidad con los libros a los que abandonaba a su suerte... después de tanto tiempo cuidando de ellos y procurando que su valor llegara al público me disponía, al cerrar la librería, a dejarlos de nuevo a la deriva, sin rumbo ni capitán... así que tras mucho pensarlo decidí mutar de La Araña hacia mi nuevo alter ego, “Srta. Topisto”, secretaria abnegada y solícita que hacía las delicias de mis horas infantiles de televisión en la serie Luz de Luna.

Agnes Topisto siempre estaba atenta a cualquier tipo de señal, por más mínima o involuntaria que fuera, para ayudar a cualquiera, además era la creadora de los mejores mensajes de bienvenida telefónicos del cine y la televisión.

Y así de solícita y dispuesta me ofrezco para seguir sirviendo como humilde conexión entre esas joyas imperecederas que son para mí los libros y vosotros.

El espíritu que emergió entre las paredes de Librería La Araña seguirá vivo entre las manos de la Srta. Topisto: seguiré hablando de libros interesantes pero de esos que vienen de la mano de editoriales pequeñas y de autores no tan famosos, porque se trata de buscar y encontrar tesoros, no de seguir la estela de las “estrellas”. Y por supuesto la puerta seguirá abierta para todos y cada uno de los géneros literarios, sin menospreciar ni sobrevalorar a ninguno.

Además, como soy una biblio-nómana reconocida no tengo ningún tipo de reparo al compartir todos los tesoros que vaya encontrando. Eso sí, es decisión tuya engancharte o no. ¡Bienvenid@!